Por Masato Okumura y Cesar Buenadicha
Cada día, en todo el mundo, se invierten más de 16 mil millones de horas en trabajo de cuidado no remunerado, el equivalente a 2 mil millones de personas trabajando a tiempo completo sin salario. Este esfuerzo es indispensable para la vida cotidiana, pero rara vez es reconocido como un pilar fundamental del desarrollo social y económico. En América Latina y el Caribe, las mujeres asumen entre el 68% y el 80% de las responsabilidades de cuidado en sus hogares, y en muchos casos, esta carga limita su acceso a la educación, el empleo remunerado y su bienestar físico y mental.
Frente a este desafío, es urgente transformar la manera en que se concibe y se gestiona el cuidado. Más allá del reconocimiento de su valor, la clave está en desarrollar soluciones innovadoras que fortalezcan el ecosistema del cuidado, mejoren las condiciones de quienes la necesitan. Desde BID Lab, trabajamos en impulsar soluciones que no solo mejoran la calidad de vida de quienes reciben atención, sino que también crean oportunidades económicas y fortalecen el sector del cuidado a través de innovación, inversión y generación de conocimiento.
Uno de los avances más destacados en este ámbito es ANA Care , una plataforma digital diseñada para capacitar y certificar a cuidadores, permitiéndoles acceder a mejores condiciones laborales y mejorar su bienestar. ANA desarrolla tecnología e inteligencia artificial para capacitar, guiar, apoyar y conectar a los cuidadores, de modo que puedan convertirse en la columna vertebral del nuevo sistema de salud. A través del uso de inteligencia artificial, ANA potencia el trabajo de los cuidadores, mejora sus condiciones de vida y contribuye a la reducción del 30% en el costo total del cuidado.
Hasta ahora, 5,899 cuidadores han recibido formación a través de la plataforma, el 95% de ellos mujeres y el 40% provenientes de zonas vulnerables. La capacitación no solo ha mejorado su calidad de vida, sino que también ha impactado directamente en su estabilidad económica: el 98% de quienes participan en el programa han visto mejoras en su situación personal y profesional, y los cuidadores certificados han logrado incrementar sus ingresos en un 25%.
Otro factor clave que debe considerarse al pensar en el futuro del cuidado es el envejecimiento acelerado de la población en América Latina y el Caribe. Para 2050, más del 28% de la población tendrá más de 60 años, lo que incrementará la demanda de servicios de atención y planteará nuevos desafíos para los sistemas de salud y cuidado a largo plazo. Este contexto requiere modelos innovadores que no solo atiendan las necesidades actuales, sino que también sienten las bases para construir sistemas integrales de cuidados
En respuesta a esta tendencia, BID y BID Lab han desarrollado Región Plateada, el primer fondo multilateral dedicado a mejorar los servicios de cuidado para personas mayores en la región en alianza con la Fundación Arturo Sesana, el Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo (IDRC) y GRADE, y con el apoyo de Latimpacto e Innpactia. Región Plateada trabaja en tres frentes clave: el diagnóstico del sector, el apoyo a emprendedores que desarrollan soluciones innovadoras y la inversión en modelos de atención con alto impacto social. En su primera convocatoria, la iniciativa recibió 1.899 postulaciones, con 234 proyectos evaluados por un panel de expertos. A medida que la iniciativa crece, el foco se amplía hacia Centroamérica y el Caribe, buscando atender las necesidades más urgentes en estos territorios.
Más allá del envejecimiento, garantizar el acceso equitativo a los servicios de cuidado es un desafío estructural que requiere soluciones adaptadas a cada contexto. En toda la región, muchas personas mayores desean envejecer en sus hogares, pero enfrentan opciones limitadas para hacerlo con dignidad y seguridad. En países como Jamaica, estamos desarrollando modelos comunitarios de atención que priorizan su autonomía y bienestar. Junto con el Centro de Envejecimiento y Bienestar de la Universidad de las Indias Occidentales, estamos implementando un sistema innovador que beneficiará a 48.000 personas mayores. Esta iniciativa combina el uso de mapeo GIS para identificar poblaciones vulnerables, la capacitación de cuidadores locales, el desarrollo de plataformas digitales para mejorar el acceso a servicios y la creación de centros de día comunitarios en zonas urbanas y rurales. Además, estamos desarrollando un sistema de teleasistencia y auxiliares de salud que permitirá a las personas mayores recibir atención directamente desde sus hogares a través de una aplicación y un sitio web.
La innovación en el sector del cuidado no solo mejora la vida de quienes reciben atención, sino que también representa una oportunidad de transformación económica y social para la región. Al fortalecer la profesionalización del sector y garantizar condiciones laborales dignas para quienes cuidan, es posible construir un sistema de cuidados más equitativo y sostenible. En este Mes de la Mujer, reafirmamos la importancia de impulsar soluciones que mejoren las condiciones de quienes asumen la mayor parte de estas responsabilidades, generando más oportunidades y bienestar para toda la sociedad.