A pesar de los importantes progresos conseguidos durante la última década en la agenda para la igualdad de género en el ecosistema emprendedor, nos entristece observar los continuos casos de maltrato y, en particular, actos violentos o poco éticos contra las mujeres. Vemos que también resulta demasiado fácil aislar los casos de violencia de género en una organización específica o contra personas concretas y considerarlos hechos excepcionales, algo que no hace sino encubrir el hecho de que estos comportamientos están todavía presentes en toda la industria. Persisten cuando lo permitimos y se nutren con el silencio, la inacción y la apatía.

En BID Lab hacemos un llamado a redoblar los esfuerzos para abordar el problema de la violencia de género de manera sistémica. Reiteramos nuestro compromiso con la aplicación del Código Ético del BID, una valiosa herramienta que nos permite, como empleados de esta institución y como organización, mantener los mayores niveles éticos en nuestro comportamiento, y nos comprometemos con nuestros socios para explorar formas nuevas y creativas de abordar el problema.

La violencia de género es una práctica aborrecible que se puede eliminar con la unión de todos. Como miembros del ecosistema emprendedor, esperamos seguir colaborando con gestores de fondos, empresarios, inversores, grupos de la industria y otros socios, para lograr avances en la agenda de igualdad de género.